- La primera ministra considera presentar su dimisión este viernes, según el periódico 'The Times'
El único sentido de que Theresa May se aferre al cargo de primera ministra es que la voladura de su mandato sea controlada. Su último órdago, la posibilidad de un segundo referéndum sobre el Brexit a cambio de que el Parlamento aprobara su plan, ha desatado una revuelta interna en el seno del Gobierno británico que anticipa el final del camino. May se echó este jueves atrás y no registró el texto en la Cámara de los Comunes. Durante el viernes, se reunirá con la dirección del grupo parlamentario, el poderoso Comité 1922, y algunos medios apuntan a que salga de ese encuentro un anuncio de dimisión, o al menos una fecha.
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