- La agresividad entre López Obrador, Anaya y Meade opaca cualquier propuesta en un encuentro en el que el aspirante del PRI se mostró más sólido
Insulta que algo queda. “Cínico”, “farsante”, “hipócrita”, “demagogo”, fueron algunas de las expresiones que se lanzaron Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya y José Antonio Meade en el segundo debate electoral de México. Un encuentro en el que los múltiples ataques entre los tres candidatos opacaron cualquier propuesta posible y en el que Meade se mostró más sólido, sin certeza de que ello vaya a traer réditos. Los enfrentamientos fueron el reflejo de una campaña cada vez más polarizada, que apenas distorsiona su dibujo tras este domingo: un líder sólido al que a ratos le falta el oxígeno; aire que logra con la eterna pelea de sus rivales.
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