jueves, 31 de mayo de 2018

EL DIOS MERCADO COMO JUEZ DE LA BUENA POLÍTICA

  • No todo vale porque los resultados económicos sean buenos ni todo es malo porque la economía no vaya bien
Jorge Marrirodriga - El País
Una funeraria italiana está revolucionando el país transalpino con una rompedora publicidad. La empresa se llama Taffo. Nada de “el verde descanso”, “el sol que se pone lentamente” o “paz, pajaritos y música clásica”. Taffo es un apellido, sí, pero en griego tafos significa... tumba. La funeraria, que lleva viva —con perdón— desde 1940 se ha especializado de un tiempo a esta parte en utilizar el humor y el doble lenguaje en sus anuncios: Reconoce que Roma es vieja pero nunca muere, utiliza los socavones de la capital italiana para mostrar lo chapuza que es cavarse la fosa uno solo, pide los conductores cansados que paren y echen una cabezada “porque es mejor descansar en el coche que con nosotros” y anima a la gente a no vacunarse porque, asegura con la imagen de numerosos ataúdes, “estamos preparados”. Uno de sus anuncios está de rabiosa actualidad política en un país al borde de la enésima convocatoria electoral. “Italianos, os esperamos en las urnas”, dice mientras muestras una colección de urnas... funerarias, claro.

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