- El Gran Telescopio Milimétrico explorará las galaxias más antiguas y lejanas del universo
Una pista sin asfaltar serpentea por las faldas del pico Sierra Negra, un volcán extinto en el Estado mexicano de Puebla. Al final del camino, a 4.600 metros de altitud, sobre un espectacular mar de nubes, se alza el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano, el mayor del mundo en su clase.
La temperatura media aquí es de cero grados y dentro del GTM parece que hace incluso más frío. Con el abrigo puesto, el astrónomo Miguel Chávez Dagostino, director científico del GTM, habla de la importancia del proyecto en una gran sala del edificio principal, una pirámide truncada que sirve de base para la enorme antena de 50 metros de diámetro. “Este telescopio representa la mayor inversión en ciencia que ha hecho este país”, asegura.
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