martes, 30 de enero de 2018

VACÍO

  • Por la azarosa reaparición de Marco Antonio Sánchez no se aclaran ni las culpas ni se abona la justicia
Jorge F. Hernández - El País
Todos los días, si no es que siempre, los habitantes de la Ciudad de México, si no es que de México en general, sobreviven sus días, si no es que también sus noches, al filo del vacío. Sea por la incurable imbecilidad burocrática o por la desatada desorganización de los gobiernos o sea por la instantánea espuma del abuso autoritario o de las simples ganas de chingar, la mayoría de los policías, si no es que todos, llevan a flor de piel el escudo supuestamente intocable de la impunidad y en ascendencia piramidal, los jefes y sus jetas, si no es que todos los funcionarios disfuncionales, se enredan en explicaciones o justificaciones para intentar disfrazar, si no es que negar, precisamente el vacío que tan asombrosamente ordeñan.

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