Si López Obrador cree que la carrera presidencial es de ¼ de milla para potros novatos, la mexicana es consideraba un raid Kalibar Al-Andalus como carrera de largo plazo, nada menos que de 400 kilómetros. Por ello la desesperación del tabasqueño por que le den por adelantado las llaves de Los Pinos, sobre todo porque apenas Miguel Angel Mancera comienza a hacer sus prácticas de calentamiento.
Ante la propuesta de Mancera de construir un cuarto polo electoral, López Obrador quiere quedarse con el tercero y por eso presiona al PRD, al PT y a Movimiento Ciudadano a subordinarse ya mismo a Morena. El tabasqueño sabe, como político intuitivo, que no es caballo presidencial de largo trote y que se cansa muy rápido, y que Mancera tendría mayores posibilidades de construir una alianza.
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