martes, 30 de mayo de 2017

CON EL PUEBLO O CONTRA EL PUEBLO

  • Para AMLO, el verdadero pecado no es la corrupción que cualquier personaje de cualquier partido haya cometido, sino no apoyarlo

José Antonio Crespo - El Siglo de Torreón

Desde que nació Morena, AMLO desechó cualquier alianza con otros partidos de izquierda para así distinguir a su partido de los demás como el único que no se somete a la mafia, el único inmaculado, "el único que es del pueblo y para el pueblo", según dice. La coalición se daría, si acaso, en 2018. Sin embargo, al ver que Morena podía ganar el Estado de México, pero quizá requería el apoyo y votos de los otros partidos de izquierda (PRD y PT), quiso adelantar dicha coalición. Sólo que lo hizo de mala manera, exigiendo la rendición incondicional, sin negociación, sin acuerdos, amenazando con excluir a esos partidos para 2018 de no aceptar su exigencia. Una propuesta difícil de aceptar. El PT hizo sus cálculos y terminó por ceder, no así el PRD. La retórica de López Obrador, desde siempre, ha consistido en que quien no está con él está contra él. El verdadero pecado no es tanto la corrupción, no los fraudes o abusos que cualquier personaje de cualquier partido haya cometido, sino no apoyarlo. En cambio, quien no se somete a su dictum, como y cuando él lo decida, es un palero de la mafia, alcahuete del PRI y lacayo de Peña Nieto. Para AMLO no hay otra opción; quien no está con él, está con la mafia. No hay puntos medios, no hay terceras opciones. Nadie puede estar distante del PRI (y del PAN) y al mismo tiempo no ser obradorista. No hay matices; o con el Pueblo (es decir, Morena) o contra el Pueblo. Postura que rechaza la pluralidad, la diversidad, la complejidad y los matices propios de la democracia.

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