- Los conservadores exigen al presidente que ataque el gasto en sanidad y seguridad social
Jan Martínez Ahrens - Washington - El País
Donald Trump siempre ha seguido su propio camino. Lo hizo como tiburón inmobiliario, luego como candidato y ahora como presidente de Estados Unidos. Previsible sólo en su imprevisibilidad, el mandatario acaba de sorprender a su propio partido. Lejos de emprender los esperados recortes en sanidad y seguridad social, las dos señas de identidad de los republicanos, el primer esbozo presupuestario de Trump ha pasado de puntillas sobre estas partidas e incluso se ha deslizado que evitará tocarlas. La sombra de una agenda alternativa ha sacudido a los republicanos. Perplejos, empiezan a ver al fenómeno Trump en toda su dimensión.
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