Jorge Zepeda Patterson / El Siglo de Torreón
¿Cómo es que algo sobre lo que había consenso entre la
mayor parte de los actores económicos y sociales termina tan mal? La
necesidad de una reforma fiscal era evidente para unos y para otros.
Pero las reformas aprobadas esta semana dejan inconformes a los
empresarios, exasperadas a las clases medias y molestos a los pobres;
dejan al PRD hecho trizas y al PAN marginado. Se queja el empresariado
nacional y extranjero, y en la frontera están hechos una furia. Pero
sobre todo dejan mal parado al supuesto gran beneficiario: el gobierno
de Peña Nieto. Y lo dejan mal parado porque la reforma fiscal le ayudará
muy poco a sus finanzas y mucho al deterioro de su imagen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario