María Demertzis - elEconomista.es
El descubrimiento de la última variante de ómicron de la Covid-19 hizo que los mercados bursátiles cayeran en picado en el famoso Viernes Negro. Sin embargo, los mercados se han recuperado desde entonces y se han desprendido de ómicron. Los economistas también parecen tener mucha fe en la capacidad de adaptación de las economías.
Esto es un poco sorprendente cuando la variante actual, delta, nos está llevando al borde de otro cierre en Europa. Varios países han impuesto cierres a pequeña escala, han ampliado las vacaciones escolares y han impuesto la vuelta al teletrabajo. ¿Son prematuras entonces las optimistas previsiones de crecimiento del mes pasado? En el lado optimista, el hecho más interesante es que la ola de efectos económicos es cada vez menor con cada nueva oleada de la pandemia. En el lado pesimista, la perspectiva de ómicron confirma los grandes niveles de incertidumbre a los que nos seguiremos enfrentando.
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