La demanda por la novela La peste, de Albert Camus, ha aumentado a raíz de la propagación del nuevo coronavirus. Es comprensible. Ahí se plantea el modo en que una población va asimilando progresivamente las terribles condiciones impuestas por la plaga. En ese proceso aparecen la ciencia médica, los funcionarios municipales y, sobre todo, las relaciones humanas, exacerbadas en la medida en que se saturan hospitales y clínicas, se acumulan los muertos y la comunidad es aislada para contener el contagio.
El nuevo coronavirus no es una plaga como la peste. Tiene otro origen y manifestaciones. Sin embargo, en cuanto al preciso y complejo planteamiento de Camus, tienen semejanzas.
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