- El Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas para un programa musical en honor al dirigente de una iglesia evangélica
Era, en apariencia, un concierto más en el Palacio de Bellas Artes. Sería la enésima noche en la que se escucharía la novena de Beethoven en la joya art déco del centro de México. Muchos de los asistentes vestían con elegancia para el recital en una de las principales casas de ópera del país. Los hombres usaban esmoquin y las mujeres vestidos de noche. El coro de la Orquesta Sinfónica de la Armada entonaba la letra del cuarto movimiento de la famosísima composición: "¡Hermanos, sobre la bóveda celeste debe habitar un padre amoroso!" Parecía un concierto más, pero en realidad se trató de un caballo de Troya espiritual que ha generado una catarata de explicaciones por parte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
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