lunes, 6 de mayo de 2019

MESURA

Jorge Zepeda Patterson - El Siglo de Torreón
Es cierto, tenemos un presidente atípico, provocador y más rijoso de lo que quisiéramos, usa las estadísticas a su antojo y le cuesta aceptar la crítica. Pero antes de ponerse un "chaleco México" y salir a la calle a pedir su renuncia o darle un like a los hashtags virales que vomitan en su contra, pongamos un poco las cosas en perspectiva. Primero, porque nada se ha roto, para decirlo rápido. A estas alturas con Ernesto Zedillo el peso se había devaluado y la economía había entrado en una debacle que obligó a Estados Unidos a un rescate tan humillante como misericordioso. El dólar y la inflación se mantienen sorprendentemente controlados y las perspectivas económicas no están para fiestas pero tampoco son alarmantes. No tendremos una recesión de menos 9% en el PIB como sucedió en 2009 con Calderón, ni locuras como la nacionalización de la banca con López Portillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario