- Tres ciudades, tres países y el mismo fantasma: la ola ultranacionalista que atraviesa el continente. EL PAÍS viaja a los lugares que consuman su rebelión en las urnas.
Elección tras elección, formaciones populistas y de extrema derecha han ido ocupando espacios impensables hace tan solo una década. No hay un único factor que explique este auge, pero sí patrones que se repiten. Andrés Rodríguez-Pose, catedrático de Geografía Económica de la London School of Economics, habla de “la venganza de los lugares que no importan”.
Son territorios que experimentan largos periodos de decadencia económica, cambios de estructuras productivas tras un fuerte declive industrial o donde el crecimiento de las últimas décadas no ha revertido la condición –real o percibida– de estar lejos del interés del poder económico, político y social.
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