La etiología de un padecimiento humano es más difícil de esclarecer si es de naturaleza crónica subclínica que si es aguda. El reto es aún mayor cuando están de por medio intereses mercantiles asociados a productos de consumo. La etiología del tabaco como causa de cáncer pulmonar es un ejemplo clásico que tardó 40 años hasta su esclarecimiento. Ahora se sabe que ese daño requiere largos años para su manifestación, si bien con desenlace normalmente fatal.
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