- No se sabe si el desplome de su Bolsa es un tropiezo o tendrá efectos catastróficos
FRANCISCO G. BASTERRA - El País
Si admitimos que el ascenso de China es el dato más importante para resolver la ecuación del siglo XXI, resulta ineludible prestar la máxima atención a la caída de su crecimiento económico y al desplome de sus bolsas. No sabemos si este tropiezo del país en el que vive casi una cuarta parte de la humanidad, es solo eso, un contratiempo, o predice un aterrizaje catastrófico de la segunda economía mundial con graves consecuencias políticas internas, y su desbordamiento estratégico al panorama internacional, con el miedo político superando incluso al económico.
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