Raymundo Riva Palacio - El Financiero
Los ataques a París fueron coordinados desde Siria –sugirió el domingo The New York Times–, por un equipo de tres comandos. Esto es lo que se sabe del atentado terrorista del viernes. Lo que aún no se sabe perturba: si la logística fue armada en efecto por una célula durmiente en Bélgica, la de los hermanos Salah, que vivían en una zona deprimida en Bruselas, habitada por inmigrantes árabes, que fue activada. Esas células las integran personas que llegan a un país y se establecen. Van construyendo su propia historia y se van mezclando en la sociedad. Pueden durar 20 años pasivas –de ahí la descripción de durmiente–, como hacía la KGB soviética con sus espías en Estados Unidos, y empiezan a actuar en el momento en que, con un plan definido, las despiertan. Si este es el caso en París, y esa célula apoyó a dos más que llegaron en apoyo, el comunicado del Estado Islámico donde afirmó que era “el primero de los ataques”, es más que una amenaza.
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