- El expresidente brasileño sale en defensa de su sucesora y pide al país que se respete su mandato pese a la recesión
AFONSO BENITES / Brasilia / El País
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha salido a primera línea para intentar frenar la grave crisis política que atraviesa el país. El exsindicalista aprovechó un acto de mujeres agricultoras el pasado miércoles en Brasilia para ponerse del lado de su sucesora y compañera del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, y pedir a la población brasileña que tenga en cuenta los primeros cuatro años de gestión de la presidenta reelegida en octubre: “No juzguen al Gobierno por seis meses de mandato”.
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