- Dos tiroteos recientes que se podrían haber evitado revelan la ineficacia de la ley actual
- 270 millones de armas para 321 millones de habitantes
JOAN FAUS / Washington / El País
Un juez envió en 2008 a John Houser a un hospital mental tras recibir una queja de violencia de su familia, pero su caso no entró en la categoría legal de reclutamiento involuntario. Eso permitió que, cuando al cabo de un tiempo salió del hospital, Houser pudiera legalmente comprar un arma. El pasado 23 de julio, la utilizó para abrir fuego en una sala de cine en Luisiana, matando a dos personas antes de suicidarse.
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