Raúl Ochoa / Proceso
La campaña que TV Azteca lanzó contra Miguel Herrera –entrenador de la Selección nacional hasta la semana pasada– constituyó el factor determinante a la hora de decidir su despido. El hecho evidencia el papel protagónico que las empresas televisivas tienen en el devenir del futbol mexicano: fueron esos consorcios los que pusieron al Piojo y definieron, por tanto, el rostro del representativo, y los que inflaron al técnico y le permitieron hacer cuanto quiso
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