- A casi 30 días del alud que cubrió un poblado de 800 personas en la sierra de Guerrero provocado por el huracán Manuel, 250 familias de una comunidad cercana continúan incomunicadas.
Tras las pruebas médicas, los doctores confirmaron que lo que
Guadalupe creía una gastritis era en realidad fiebre tifoidea. "Me enfermé
por el agua y los alimentos, llevamos mucho tiempo en muy malas
condiciones". La decisión de acudir a consulta fue un acto heroico: esta
madre de tres hijos tuvo que caminar débil y mareada sobre el campo de muertos en que se ha
convertido La Pintada,
el pueblo sepultado por un alud de tierra tras el paso de la tormenta tropical
Manuel. Su casa está todavía más lejos, ocho kilómetros arriba del lugar donde
la montaña se tragó a unas 80 personas hace casi un mes.
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