- El ciclo de relajación monetaria entra en pausa, y cualquier nueva baja dependerá de evidencia clara y sostenida de una trayectoria descendente de la inflación, particularmente en su componente subyacente.
Coordenadas
Enrique Quintana - El Financiero
La decisión del Banco de México de recortar en 25 puntos base la tasa objetivo no sorprendió. Era un movimiento ampliamente anticipado por el mercado y, de hecho, ya estaba incorporado en precios, expectativas y portafolios.
La información verdaderamente relevante no estuvo en el ajuste mismo, sino en el mensaje que acompañó la decisión y en los matices que revela para la política monetaria hacia adelante.
Como en ocasiones previas, la votación no fue unánime. La Junta de Gobierno decidió por cuatro votos contra uno, con Jonathan Heath nuevamente a favor de mantener sin cambio la tasa. Ese voto disidente ya no es una excepción aislada, sino una señal consistente de que, al interior del banco central, Heath muestra una preocupación clara por los riesgos inflacionarios latentes, en especial por la persistencia de la inflación subyacente.
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