- El presidente electo pertenece a un movimiento global de derecha que ha ascendido al poder en todo el mundo al dar prioridad al orden público estricto y al cierre de las fronteras.
Por Emma Bubola - The New York Times
Reportando desde Santiago de Chile
José Antonio Kast lo había visto venir. “Nuestras ideas ya ganaron. Nuestras ideas ya ganaron en Estados Unidos, en Italia, en Argentina”, dijo en la radio chilena un día después de la toma de posesión del presidente Donald Trump en enero. “Y en Chile también vamos a ganar”.
Este domingo, finalmente lo consiguió. Kast fue elegido presidente de Chile en su tercer intento; logró una victoria rotunda contra su oponente política de izquierda y empujó al país decididamente hacia la derecha, mientras los chilenos buscaban soluciones de mano dura al aumento de la violencia y la inmigración ilegal.
Kast, un severo padre de nueve hijos con profundas raíces ideológicas en el catolicismo conservador y el neoliberalismo económico, pertenece a un movimiento global de derecha que ha ascendido al poder en todo el mundo al dar prioridad al orden público estricto y al cierre de las fronteras. El domingo obtuvo el 58 por ciento de los votos.




