- Aunque el salario mínimo y los programas sociales han reducido modestamente la desigualdad, México figura entre las naciones con mayores disparidades; una reforma fiscal profunda es poco probable por el alto costo político, afirma economista.
Por Mathieu Tourliere
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El aumento al salario mínimo, las transferencias de recursos mediante los programas sociales y la mayor recaudación de impuestos a los más ricos implementados por la Cuarta Transformación han reducido “modestamente” la desigualdad en la última década, sin embargo México permanece entre los países del mundo con las mayores disparidades entre ricos y pobres: el 1% de los más ricos acapara una cuarta parte del ingreso total y concentra el 38% de las riquezas, mientras que el 10% más adinerado gana, en promedio, 76.4 veces lo que gana la mitad más pobre de la población.
De acuerdo con el informe 2026 del World Inequality Lab (un laboratorio sobre la desigualdad encabezado por el economista francés Thomas Piketty y basado en la Paris School of Economics), los niveles de desigualdad que imperan en México siguen siendo superiores en correlación a los que existían en 1900, lo que invita a reflexionar sobre la necesidad de aumentar los impuestos a los más ricos.

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