Samuel García - El Sol de México
El miércoles pasado el Banco de México anunció que redujo su pronóstico para el crecimiento económico de 1.2% a 0.6% para el año. Un cambio drástico en menos de tres meses.
Dos días después, el viernes, Inegi publicó que la economía se contrajo -1.0% en diciembre provocando la primera caída trimestral de la economía desde 2021, y cerrando 2024 como el peor año desde la pandemia con un raquítico crecimiento de 1.2%.
Las cifras sobre la acentuada desaceleración económica de 2024 y las malas expectativas para este año eran previsibles. En diciembre, prácticamente las dábamos como un hecho en este espacio. “La economía mexicana cerrará el año con una caída en el último trimestre que no habíamos visto en los últimos tres años. Y es probable que 2025 prolongue esa caída”, escribimos el 26 de diciembre.
La economía mexicana va mal. La mala noticia es que, dadas las circunstancias internas y externas para las inversiones, puede empeorar. Aunque Banxico no se atreve a explicar con amplitud y suficiencia las malas condiciones internas para la inversión, su nuevo pronóstico lo dice todo.
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