Salvador García Soto - Sonora Presente
Amén de los nombramientos que le impuso en el gabinete y en la estructura del gobierno, la cuña más fuerte y evidente que el expresidente le puso a la doctora Claudia Sheinbaum, para limitar y controlar su poder en la Presidencia, es la de su propio hijo, Andrés Manuel López Beltrán. Colocado disimuladamente en la Secretaría de Organización de Morena y con una Presidenta que le obedece, el junior más empoderado de México se ha convertido en el poder real que maneja y controla el movimiento político fundado por su padre con miras a construir su propio proyecto político en 2030.
Para ello y con el pretexto de la campaña de afiliación de Morena, con la que se proponen credencializar a 10 millones de personas, Andy recorre el país y va de estado en estado visitando lo mismo a gobernadores, alcaldes, diputados y senadores, a los que les entrega sus credenciales y les exige cuotas obligatorias para que acerquen gente a afiliarse formalmente al partido en sus estados y municipios.
Pero junto a la campaña de afiliación, el joven heredero del lopezobradorismo también aprovecha para hacer política y en cada entidad está formando cuadros propios y grupos de operadores que le responden directamente a él, con lo que se está apropiando de la estructura partidista y desplaza a gobernadores, alcaldes y legisladores que tenían sus propios grupos, lo que lo en los hechos lo está convirtiendo en el mandamás y el único que será capaz de mover y dirigir la poderosa maquinaria morenista hacia donde él quiera y decida en los procesos electorales.
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