Opinión de Juan Pablo Becerra-Acosta M. - El Universal Online
Los narcos son marca #HechoEnMéxico. Al menos los que hoy perturban más a Washington: los narcoterroristas fentanilo #MadeInMexico. Y eso es culpa del Estado mexicano, que en metástasis criminal dejó expandir a los cárteles durante todo este siglo. Ya existían desde antes, formaban parte del sistema priista que concibió la temeraria pax narca, pero como sucede cuando se engendran monstruos, los políticos mexicanos -de todos los partidos- perdieron el control hasta la ignominia, hasta que fueron puestos de rodillas durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y a lo largo del gobierno pasado.
Ahora, estamos a punto de pagar las consecuencias como nación.
Es cierto que el incremento de los vuelos espía de Estados Unidos sobre México puede ser parte de “una campañita” estridente del presidente Donald Trump, tal como ha dicho la Presidenta de la República esta semana. Es posible, también, que algunos medios estadounidenses con mucho prestigio en el mundo, como The New York Times y CNN, hayan decidido sumarse a dicha propaganda, aunque no sean conocidos por tener afinidad alguna con ese personaje político, sino todo lo contrario. Todo eso es factible. Absolutamente todo lo que le han informado sus asesores a Claudia Sheinbaum, pero también cabe la posibilidad de que ambos medios hayan hecho un buen trabajo de reporteo, tal como lo ha realizado EL UNIVERSAL, y puede ser verdad que Estados Unidos sí se prepara meticulosamente para darle golpes militares efectistas a los cárteles mexicanos. Ya lo expuse aquí desde hace varias semanas, porque así trascendió en Washington: basta ubicar algunos laboratorios serranos de drogas en el norte de México para que una nave no tripulada gringa los fulmine y todo eso quede grabado en video.
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