Héctor Aguilar Camín - Milenio
En medio de la violencia que sigue dominando al país, creo que hay indicios sólidos para decir que terminó la política de “abrazos, no balazos”, y que ha empezado otra, la del combate al crimen.
Los indicios están ahogados aún en la marea de muertos y desaparecidos que es la herencia agravada del gobierno anterior. Pero no dejan de tener ya la consistencia de un cambio de rumbo.
Puede achacarse a la presidencia estadunidense. Si es así, bienvenida esa presión. Puede achacarse a la decisión callada pero efectiva de la presidenta Sheinbaum de empezar en ese ámbito un cambio de política. Si es así, bienvenido el cambio callado pero efectivo de la Presidencia.
Y si es por ambas cosas, mejor, porque se fortalecen entre sí como respuesta a una de las mayores urgencias de los mexicanos, que es reducir la inseguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario