- A los grupos empresariales los ventanilleros de Sheinbaum les parecen encantadores porque en el fondo creen que pueden manipularlos o convencerlos de ver el mundo a su modo. Ebrard les parece perfecto por su ideología y Gómez por su linaje.
Claudia Sheinbaum acompañada de Altagracia Gómez, coordinadora de Desarrollo Económico Regional, y Marcelo Ebrard, próximo secretario de Economía, el 9 de julio. MARIO JASSO (CUARTOSCURO)
Viri Ríos - El País
A los grupos empresariales organizados les gusta decir que lo único que quieren del gobierno es que haya “Estado de Derecho” esto es, que se aplique la ley a todos y por igual.
La verdad es que lo que quieren es más bien lo opuesto. Quieren que exista una ventanilla donde el Gobierno los atienda antes que a nadie, les solucione problemas de forma expresa y hasta les apoye con recursos indirectos si el empresariado así lo considera necesario.
Por lo anterior, al inicio de cada sexenio, la ansiedad de los grupos empresariales llega a tope al preguntarse quién y dónde se abrirá esa ventanilla. Cada presidente ha tenido sus ventanilleros, los encargados de atender. Con Fox fue Lino Corrodi. Con Zedillo fue Claudio X. González y Antonio Argüelles. Con Calderón fue Gerardo Ruiz Mateos y Bruno Ferrari. Con Peña Nieto fue Idelfonso Guajardo y con AMLO fue Alfonso Romo y Julio Scherer.
Sheinbaum no será la excepción. Hasta el momento ha abierto dos ventanillas: Altagracia Gómez, desde el Consejo Empresarial y Marcelo Ebrard, desde la Secretaría de Economía. Ambos han sido recibidos con gusto por los grupos empresariales, pero por razones distintas.
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