- La economía mexicana difícilmente alcanzará los niveles de crecimiento que están anticipando analistas, organismos multilaterales y el propio gobierno
Gerardo Esquivel - El País
La economía mexicana se encuentra en franca desaceleración. Varios indicadores apuntan ya en esa dirección. Que quede claro: no se trata de una situación particularmente grave ni tampoco de la típica crisis de fin de sexenio que tuvimos en el pasado. Sin embargo, no podemos dejar de señalar que llegaremos al cambio de sexenio en un contexto económico distinto al que se preveía hasta hace algunos meses. Es importante tener esto claro para estar preparados para lo que viene.
Veamos algunos indicadores. En noviembre de 2023, el Banco de México reportó que anticipaba un crecimiento de 3% para 2024. Apenas a fines de marzo de este año, la Secretaría de Hacienda anunció que estimaba un crecimiento del PIB para 2024 de entre 2,5% y 3,5% con un punto medio de 3% (aunque en sus estimaciones de finanzas públicas utilizaron un valor de sólo 2,6%). A principios de año, instituciones como la CEPAL, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial preveían un crecimiento para México de entre 2.5% y 2,7%. Por su parte, de enero a marzo de este año los especialistas del sector privado estimaron un crecimiento de 2,4%.
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