Manuel Somoza - Milenio
No cabe la menor duda de que Donald Trump es y será una pesadilla para casi todo el mundo. Por supuesto, los menos preocupados son los ciudadanos estadunidenses que lo llevaron de nuevo a ocupar la presidencia de la potencia económica más importante del mundo.
Para ellos (los que votaron a favor) las preocupaciones son menores, ya que piensan que impulsará el crecimiento económico, lo cual es posible en el corto y mediano plazos; sin embargo sus políticas económicas pueden generar problemas en el largo plazo, ya que sus iniciativas implican más endeudamiento y mayores déficits fiscales, cuando lo que requiere esa gran potencia es lo contrario.
Este personaje es tan narcisista que solo le importa lo que suceda en los próximos cuatro años, lo que venga después lo dejará para que quien lo suceda lo resuelva, pero fuera de Estados Unidos, casi todas las naciones viven la incertidumbre de las acciones que pueda tomar.
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