Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto - Expreso
Parafraseando al gran Joaquín Sabina, las mieles del triunfo y la celebración de su contundente victoria, le duró a la doctora Claudia Sheinbaum "lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks". Y es que cuando aún estaba festejando el resultado que le dio una votación histórica, para la que será también una presidencia histórica, a la virtual presidenta electa le mandaron su primera prueba los mercados financieros que con una caída de la Bolsa Mexicana de Valores y la peor depreciación del peso en los últimos cuatro años, quisieron medir la capacidad de reacción de la próxima gobernante de México.
Porque sin duda alguna la sacudida de los mercados bursátiles nacionales y del tipo de cambio fueron una reacción directa y clara al resultado electoral del 2 de junio que, junto con el triunfo de la primera mujer que gana la Presidencia de la República, le otorgaron también un poder total con mayorías absolutas en el Congreso que aún podrían ser revisadas por las impugnaciones que está anunciado la oposición. Pero no hay duda de que lo sucedido el lunes fue un primer mensaje para la futura gobernante, que tuvo que dejar de lado los festejos para ponerse a operar el primero "torito" que le lanzaron los inversionistas nacionales y extranjeros.
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