- No hay garantías de que la estrategia de López Obrador sea la idónea. Lo único cierto es que la realidad es suficientemente ambigua y el calendario excesivamente temprano
Jorge Zepeda Patterson - El País

López Obrador (centro) con Claudia Sheinbaum y Jorge Arganis Díaz, en el Aeropuerto de Ciudad de México.PRESIDENCIA DE MÉXICO / EFE
Si usted es uno de los mexicanos convencido de que el presidente Andrés Manuel López Obrador nos está conduciendo al desastre, este texto probablemente habrá de incomodarle. El manejo que el Gobierno ha hecho de la crisis económica provocada por la pandemia ha sido percibida en el sector privado poco menos que como un crimen, un error descomunal que deprimirá al sector productivo y condenará al país a la depresión y a la pobreza. Entre la élite y los sectores altos y medio altos esta tesis se ha convertido en una verdad absoluta. El problema para ellos es que la información está lejos de ser concluyente y en más de un sentido podría ser contraria.
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