1.
La comúnmente llamada “opinión pública” internacional, los líderes y
jefes de Estado, personalidades de distinto signo político, ideológico y
religioso del mundo se estremecieron cuando las agencias de noticias de la
prensa mundial dieron a conocer que, la mañana del 30 de marzo de 1981, al
entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan –luego de pronunciar un
discurso en el hotel Hilton, en Washington, DC–, lo esperaba a la salida un
desconocido (John Hinckley Junior) de 25 años de edad para abrir fuego
en su contra con una pistola Rohm RG-14 calibre 22, que accionó en seis
ocasiones en sólo 3 segundos. Las balas alcanzaron a Reagan (una que penetró
por la axila y fue a alojarse en un pulmón fue la más peligrosa), a James Brady
(entonces vocero de la Casa Blanca, quien fue herido en la cabeza y sufrió
lesiones cerebrales permanentes que lo condenaron a una silla de ruedas), a un
agente del servicio secreto de nombre Timothy Mc Carthy, de los que
resguardaban la seguridad del presidente, y a un policía de nombre Thomas
Delahanty.
Leer más
No hay comentarios:
Publicar un comentario