Mario Maldonado - Sonora Presente
Las alertas de las calificadoras internacionales sobre la deuda financiera de México y el estrecho margen fiscal del gobierno de Claudia Sheinbaum, evidenciado en el Paquete Económico del próximo año, han acelerado las posibilidades de una reforma fiscal en México.
Sheinbaum está consciente de que el enorme bono democrático con el que llegó al poder, y que significó a Morena y sus aliados obtener mayorías constitucionales en la Cámara de Diputados y el Senado, es un indicativo de que se tienen que plantear ajustes de fondo en cuanto al cobro de impuestos tan pronto como el próximo año, a pesar de que en su campaña aseguró que no se necesitaba una reforma fiscal.
No fue coincidencia que el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y después el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, hayan traído a discusión el tema la semana pasada.
“Tengo que darle a la presidenta la prioridad de que lo anuncie (una reforma fiscal) en el momento en el que lo considere oportuno”, dijo el secretario de Hacienda en su comparecencia ante los diputados.