Jesús Alberto Cano / Excélsior
Comentábamos la semana pasada que para 2013 la economía mexicana
dependía mucho de lo que hicieran los norteamericanos para evitar caer
en el precipicio fiscal que los aguarda, mientras continúe su indecisión
de qué hacer con el elevado déficit de sus finanzas gubernamentales,
por el conflicto político entre los legisladores republicanos y el
gobierno demócrata de Obama, en el que difieren mucho las acciones a tomar.
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