Joaquín Estefanía / El País
A mediados de este mes ha muerto
Albert Hirschman, un gran economista del siglo XX, otro maestro nonagenario de
la saga de los Samuelson o Galbraith, que llegaron a casi una centuria de
existencia. Aunque mucho menos conocido que los anteriores, los estudios de
Hirschman sobre la economía del desarrollo han tenido una enorme influencia,
sobre todo en su dimensión latinoamericana. Nacido en Berlín, trabajó la mayor
parte de su vida en Estados Unidos, con incursiones de asesoría en Colombia y,
antes, en la España de la Guerra Civil, en la que estuvo junto a las Brigadas
Internacionales. No es anecdótico que casi toda su obra haya sido traducida en
el Fondo de Cultura Económica (FCE), la editorial mexicana a la que nunca
agradeceremos lo suficiente sus esfuerzos en la divulgación de las ciencias
sociales.
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