Xavier Caño / Contralínea
Se ha conocido una arbitrariedad fascistoide de la Comisión
Europea con los diputados del Europarlamento y la Asociación
Trasatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por su sigla en
inglés) que negocian muy en secreto la Unión Europea y Estados Unidos.
¡La Unión Europea sólo permite a los eurodiputados leer 2 horas el
texto negociado del tratado! Para mayor desgracia, prohíbe a los
europarlamentarios hablar con nadie del mismo. El corto tiempo de
lectura del oscuro tratado ha de ser en una sala segura, sin
grabadoras, magnetófonos ni otros dispositivos electrónicos. Ni siquiera
papel y bolígrafo y bajo vigilancia. No sabemos si los vigilantes van
armados, pero sí que los legítimos representantes de ciudadanos y
ciudadanas europeos reciben el trato de sospechosos de un delito.
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