Ernesto Villanueva
MÉXICO, D.F. (Proceso).- En las páginas de Proceso he insistido sobre la
salud de los gobernantes. En su momento abordé los casos de Alonso
Lujambio, del PAN (Proceso 1870), y de Fausto Vallejo (Proceso 1868),
del PRI. Ahora se trata de Manuel Camacho Solís, senador, integrante de
la fracción parlamentaria del PRD. En ninguna de estas ocasiones he
tratado el asunto como un tema personal, sino para exponer cómo diversos
personajes políticos privilegian su interés personal sobre el bien
común. Creo firmemente en la postura editorial de The New York Times:
“La sociedad tiene derecho a tener gobernantes sanos”. Veamos.
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