- La morenista se desmarca de algunas posiciones del presidente López Obrador, mientras que defiende como suya la iniciativa de reforma al Poder Judicial
Ana Francisca Vega - El País
Ha pasado un mes del contundente triunfo en la elección presidencial de la morenista Claudia Sheinbaum y hay varios aspectos que han marcado estos primeros días de gestión, sobre todo, de cara a la conformación de su Gobierno y de su plan de acción. El próximo 1 de octubre, Sheinbaum asumirá su mandato con una Cámara de Diputados donde su partido tendrá los votos necesarios para hacer cambios constitucionales, la llamada mayoría calificada, y un Senado que también roza la misma mayoría.
Estos mensajes tempranos enviados por la presidenta electa dan cuenta de su visión en cuanto a la gestión de su Gobierno, con el nombramiento de un equipo claramente técnico y profesional, reconocido y muy preparado, como integrantes de su gabinete, a diferencia de López Obrador que optó por otras virtudes al nombrar el suyo. Un segundo mensaje es la posición de la futura mandataria ante el llamado Plan C, en el que Sheinbaum, por ejemplo, ha cerrado filas y ha defendido como suya la reforma judicial, una emblemática bandera de la gestión de López Obrador.
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