Federico Reyes Heroles / El Siglo de Torreón
Una vez al año los asuntos públicos pueden esperar. Siguiendo la
consigna de Robert L. Stevenson "No hay deber que descuidemos tanto como
el de ser felices". Leonardo Curzio agrega cada mañana, al cerrar su
noticiario, un adverbio: "Sea usted rabiosamente feliz". Intentémoslo,
con rabia. Nuestro mundo, con todas sus amenazas y horrores, también nos
ofrece como nunca antes la posibilidad de acceder a muy diferentes
gozos. Hoy, que para muchos, es día de hogar, de cariño, de generosidad,
entrego al lector una lista de sugerencias, de gozos asequibles. Quizá
sea tarde para esta Navidad, pero para gozar hay más tiempo que vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario