Hay que
poner en marcha una versión inversa de ‘Cuéntame’ para contar la regresión del
país
Joaquín Estefanía / El País
Hay bastante de obsceno en anunciar que llega “el año de la
recuperación” al mismo tiempo que se congela el salario mínimo, el que cobran
los más desfavorecidos de entre los que trabajan, en 645,30 euros mensuales. Lo
es más si de forma paralela a esa decisión se sube el precio de la electricidad
y el del transporte ferroviario. El círculo del último Consejo de Ministros se
cierra con una revalorización mínima (0,25%) de las pensiones públicas. Si a
ello se le puede denominar recuperación, será una contradictoria recuperación
desmoralizadora para la mayoría, que aumentará sus problemas. O, como escribe
El Roto: “Hay signos alentadores: la grieta ha cambiado de signo”.
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