Rolando Cordera - El Financiero
Al mantener su intrigante cruzada contra los indicadores y su uso, el presidente López Obrador confunde más, habida cuenta de lo confuso de la situación misma. Creo, además, que la insistencia no logra convencer de que la circunstancia económica no solo está bien, sino que va para mejor. No hay recesión ni está a la vista, es el mensaje socorrido de las mañaneras; mientras, se toma un tiempo adicional para arramblar contra los economistas a quienes “no puede dejárseles el comando de la economía”. Del juicio sumario a CONEVAL y sus expertos se pasa ahora a otra incomodidad que por estos días se ha elegido para el tiro al blanco presidencial. Sin duda, podemos acoger este complejo sistema de creencias y apostar todo a que los exorcismos del presidente van a arrinconar a los hechiceros y a todo tipo de malos agüeros.
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