Jorge Zepeda Patterson - El Siglo de Torreón
Hemos alcanzado tal grado de polarización que nos despedazamos a la menor oportunidad. Cualquier tema es pretexto para intercambiar juicios sumarios y memes atroces. El desencanto y la exasperación se han convertido en campo fértil para el linchamientos y la crucifixión. El que no piensa como yo termina siendo inexorablemente un imbécil, un resentido o un corrupto.
La marcha en protesta por los feminicidos, que culminó con las pintadas del Ángel de la Independencia sacó lo mejor y lo peor de la opinión pública, las redes sociales y la comentocracia. Incondicionales muestras de solidaridad para las víctimas de este abominable crimen, pero también preocupantes expresiones de intolerancia y descalificación para todo aquél a quien se considere que no está a la altura de esta solidaridad.
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