Enrique Quintana / El Financiero
Cuando se determinó que la tierra era redonda, mucha gente se murió de
risa. “¡Qué absurdo!”, pensó. “Si la tierra fuera redonda los que viven
en el hemisferio sur se caerían al espacio. ¿Cómo es posible que haya
gente tan insensata que piense de ese modo?”
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