Santiago Igartúa / Apro
Lo que empezó como una gresca entre
estudiantes y trabajadores de vigilancia del CCH Naucalpan en febrero
pasado y derivó en la expulsión de cinco alumnos de ese plantel, escaló a
un problema mayor, plagado de riesgos. El viernes 19 un grupo de
jóvenes tomó violentamente la Rectoría de la UNAM. Las autoridades
universitarias dieron aviso a la PGR, que podría ordenar la intervención
de la fuerza pública en la máxima casa de estudios. Esta sola
posibilidad enardeció a toda la comunidad. Algunos apoyan a los
ocupantes del inmueble universitario, algunos los repudian...
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