Raymundo Riva Palacio / El Financiero
Arranca el año político. Desde diciembre se sabía que el presidente Enrique Peña Nieto
iba a realizar cambios en su equipo y estrategia. Un grupo de asesores
lo analizó mientras se encontraba de gira por Asia, y concluyó que había
que cambiar piezas importantes en el gabinete, y en el rumbo. La
desaparición de los normalistas de Ayotzinapa galvanizó la inconformidad
nacional y detonó la protesta nacional. En los primeros 100 días de la
crisis, hubo 381 manifestaciones en el país. Las imágenes de
ingobernabilidad produjeron que los inversionistas europeos decidieran
no traer dinero a México en 2015. El presidente Peña Nieto tenía que dar
un golpe de timón creíble.
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