El doble rasero fiscal es una amenaza existencial al Estado del Bienestar
En la vida antes de la crisis sólo había dos certezas: la muerte y los
impuestos. Pero en la vida tras la crisis, las economías, atrapadas en
una espiral de deuda, desempleo y sin crecimiento, más bien parecen
zombis. En cuanto a los impuestos, que ya habían pasado del estado
sólido al líquido con la liberalización de los movimientos de capitales,
ahora han transitado al gaseoso, como muestran las revelaciones sobre
las prácticas fiscales de Luxemburgo.
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