Isabel Cruz Hernández / El Financiero
La reforma estructural y profunda para el campo que está por anunciarse,
probablemente eliminará aquellas restricciones que no pudieron
modificarse en el año 1992, por ejemplo, que la tierra ejidal o comunal
sea completamente transable en un mercado de tierras, o bien, embargable
y fungible como garantía de financiamientos. Estas modificaciones, en
todo caso, podrían beneficiar a los pequeños propietarios porque podrían
dar sus parcelas en garantía de créditos o enajenar sus tierras a
precios de mercado, es decir, ejidatarios y comuneros serían finalmente
propietarios de la tierra y no usufructuarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario