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Los migrantes no emprenden una aventura, sino que se arriesgan a una de las selvas más peligrosas del mundo. En el 2022 las autoridades panameñas confirmaron la muerte de 19 personas, entre ellas un menor venezolano, mientras que en 2021 la cifra ascendió a 51 personas muertas o desaparecidas.
Por Marko Álvarez y Fernando Vergara
ACANDÍ, Colombia (AP).— En la antesala de la peligrosa jungla del Darién se respira optimismo. Unos ochocientos migrantes, en su mayoría venezolanos, aplauden antes de iniciar el trayecto en lo que será uno de los pocos momentos de júbilo que tendrán en su viaje por la selva que conecta a Colombia con Panamá.
Andrés Rodríguez recuerda que su viaje inició 11 días atrás en Lima, adonde primero migró desde su natal Apure, en Venezuela.
“Este viaje es por el futuro de mis hijos y por la familia también”, comentó el venezolano a The Associated Press, que acompañó el fin de semana a los migrantes en los primeros kilómetros del camino del Darién en el lado colombiano.
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